No lo conseguí. Los
Como estas cosas me cabrean enfadan tremendamente, estuve durante varias semanas castigando a Cruella al olvido... pero no podía ser, yo echaba de menos ese tono y esa textura mate que tanto me había costado encontrar, porque después de probar año tras año cada una de las barras de labios que se me aconsejaban, o que veía ideales en otras, harta de regalar barras de labios casi sin estrenar, había llegado Cruella y ahora un estúpido sacapuntas no nos iba a separar.
Así que el otro día me tragué mi orgullo y me fui a comprar el artilugio en cuestión, y cual fue mi sorpresa al ver que además era precioso. Todo era precioso y perfecto. Los detalles, una vez más, desarmaron mi hostilidad.
Cruella is back.