Parece que quisiera compensar su complejo de brevedad con el frío más severo, despidiendo el invierno con una traca final.
Transitar febrero es quemar las últimas naves, las últimas municiones de paciencia y esperar que se cumpla la promesa de un cercano abrazo del calor, de la restauración del color.
Mis últimas balas son:
- Ver el negro menos negro, y volver a creer en los matices de todo. Pintura.
- Mimosas y flores de almendro son las últimas flores del invierno, siempre espero verlas aparecer como una señal de la victoria final.
- Ganar minutos de luz día a día y si acompaña el sol, perseguir su rastro.
- Acaparar la poca energía que me queda y no perder el calor por vanidad.
- Reinventar una y otra vez la sopa como refugio. Esta sopa de fideos ramen consuela el frío más inhóspito.
Es curioso que hoy leí también en otro blog lo de que febrero es un mes "denso". Me parece una descripción muy acertada. Es más que el frío, es la negrura.
ResponderEliminarGracias por compensarlo con tus colores.
Pero fíjate que aquí hace bastante sol, luz, pero sigue siendo denso igual... es como que se nos engancha a las piernas y tenemos que tirar de el... un horror
Eliminarquerida, en lo más crudo del crudo invierno!!. Aquí el invierno no entra en lo espantoso, ni siquiera ha nevado más que un poquitín, pero el frío muerde por las mañanas. Nada que no se pueda evitar con un abrigo y botas, una minucia.
ResponderEliminarFaltan semanas para que veamos florecer almendros y ciruelos aquí, pero seguro que me sorprendo otra vez cuando los vea.
besos & floreciendo interiormente ;DD
Ya sabes tu que en esto del frío cada uno es un mundo, yo seguramente no podría soportar el frío que tu describes como minucia.... curioso, verdad?
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